jueves, 21 de diciembre de 2017

Salvador Valverde

Salvador Valverde ha sido, hasta no hace mucho, uno de los grandes ignorados del mundo de la canción española. Condenado al ostracismo por el franquismo, por su sus afinidades a la UGT, su participación en el triunvirato Valverde, León y Quiroga fue ignorada y posteriormente eclipsada por la incorporación de Antonio Quintero. A Valverde se le deben letras tan populares y de tan extraordinaria factura como Ojos verdes, María de la O, Triniá, Ay, Maricruz o las Sevillanas del Espartero, por ejemplo.

Salvador Federico Valverde, que así se llamaba,  nace en  Buenos Aires el 10 de enero de 1895 donde sus padres, de origen malagueño, habían ido con la intención de buscar un futuro mejor en “las Américas”. La delicada salud de su padre hace a la familia retornar a España cuando Salvador tan sólo cuenta con 4 años falleciendo su padre a los pocos meses, dejando huérfano a Salvador la muerte de su madre, pocos años después. Es trasladado entonces a Sevilla donde vive con un tío y donde se desarrollará su infancia y adolescencia. Estudia magisterio y pronto destaca en el dominio de las letras.

Su vida es muy intensa y plena de anécdotas y curiosidades que merecerían un artículo mucho más extenso que el que nos ocupa. Sirva como muestra la que en 1930 le lleva a trabajar junto a Manuel López Quiroga.  Valverde vivía entonces en Madrid donde había recibido el encargo de una cantante de la época, Rosarillo de Triana, para escribir una elegía al pintor Julio Romero de Torres, recientemente fallecido. Valverde, que a finales de 1929 había conocido al joven músico sevillano Manuel López Quiroga, recién llegado a Madrid, piensa en él para escribir la música y así surge Adiós a Romero de Torres la primera composición conjunta de una larga lista. La casualidad no termina aquí pues una vez terminado el encargo de Rosarillo de Triana, Valverde coincide casualmente con Concha Piquer a la que acompaña a conocer al maestro Quiroga. En la academia del compositor escucha la pieza de la que queda prendada y se apropia de la partitura para enfado de Rosarillo. Adiós a Romero de Torres fue estrenada ese mismo año en un homenaje a la jotera y cupletista aragonesa Ofelia de Aragón.

Salvador Valverde junto a Rafael de León y Manuel López Quiroga en el estudio de éste.

A partir de aquí se inicia una estrecha colaboración entre ambos autores a la que no tardará en incorporarse el joven poeta Rafael de León. De mano de estos tres autores surgen algunos de los títulos más memorables de la copla española: María de la O, María Magdalena,  Triniá, Ay, Maricruz, Soleá, Candelaria mía, Carcelera, Doña Sol, Salomé, Rosa de Pasión, Samaritana, Te quiero, Ya no te quiero, gitano, Ojos verdes… o Bajo los puentes del Sena, escrita para la turiasonense Raquel Meller en 1933 y que durará hasta principios de 1939.

Programas de algunos de los espectáculos musicales surgidos de la mano de Valverde-León-Quiroga

Gracias a su origen argentino, Valverde logra huir a Francia y de allí a Argentina instalándose en Buenos Aires donde pasará el resto de su vida. Es precisamente en Buenos Aires donde conoce al músico valenciano Ramón Zarzoso con quien escribe Castillito de Arena para la inigualable Carmen Sevilla y el exitosopasodoble-jota  y  Si vas a Calatayud

 Salvador Valverde, en Buenos Aires con Miguel de Molina y Carmen Sevilla
También en Argentina conoce a otro emigrante español de origen andaluz, José María Palomo con quien formará un interesante dúo creativo del que surgirán títulos como Cortijera, Homenaje a Manolete o A mí qué me importa y otros, prácticamente desconocidos, pero con acento aragonés  como Aragón, Barurrica del alma o Como la espiga de trigo “Eres tú”.

Salvador Valverde murió en Buenos Aires el 5 de septiembre de 1975. 

Si vas a Calatayud en la versión de Lolita Torres
Fuente: Youtube. Gentileza de babvpmap
https://www.youtube.com/watch?v=7pEz89GOeXo



No hay comentarios:

Publicar un comentario

José María Palomo Jiménez

Muy poco sabemos del compositor del pasodoble-jota  Como la espiga del trigo: Eres tú .  Como la espiga del trigo: Eres tú   interperta...